Angst-Werkzeuge

Herramientas para superar el miedo.

Tomando el final del último artículo: ¿Cómo le ayudo a mi hijo*hija cuando tiene miedo? me gustaría darte un par de herramientas para acompañar, apoyar y convertir el miedo en la fuente de valentía y responsabilidad que es.
Lo que la mayoría hemos vivido en nuestra educación es a dejar de tener miedo: «no pasa nada», “no tengas miedo”, “no hables sobre eso delante del niño*de la niña”. Lo que he ido aprendiendo en estos años es cómo ayuda hablar. Cómo se va deshaciendo el nudo y se va aportando luz.

He aprendido mucho observando el JUEGO LIBRE INFANTIL.
Los niños crecen jugando. Es su actividad más importante, su medio, su lenguaje.
Ellos mismos eligen sus temas y deciden hasta dónde quieren ir y cómo.
Gracias al juego los niños pueden expresar sus emociones (a nivel simbólico) cuando aún no son capaces de hacerlo a nivel verbal.
Adquieren claridad y distancia de sus propias experiencias porque las simbolizan, las hacen „reales“, „comprensibles“ y „tangibles“ para sí mismos.
Por ejemplo: una visita al médico, un cambio de colegio, un accidente…
Si estás tratando de enfrentar una estancia en el hospital, hablar sobre ello solo consigue mitigar una parte del miedo y de la inseguridad. Yo te animo a que juegues a los hospitales.

EL ROL DEL ADULTO como acompañante del juego.


Observa
, deja espacio y tiempo y no dirijas el juego, déjate guiar. ¿Que las galletas se convierten en pastillas? ¿Que del hospital pasamos a la escuela? Déjate llevar por el fluir aunque tú sientas la necesidad de “terminar” un juego, un tema… intenta influirlo lo menos posible y acércate a lo que está pasando libre de tus juicios adquiridos y de lo establecido.
¿Que tu hijo le empieza a pegar a la muñeca? ¿Le “hace daño” y se ríe? Espera un momento antes de cortar el juego porque no es “lo correcto”. Observa y pregunta. Métete en su juego simbólico. Sintonízate con él. Tal vez descubras algo que le ha pasado, que le preocupa o que ha observado. Tal vez está probando (sintiendo) algo “en el juego” que nunca haría en la realidad. Tal vez está pasando algo que nunca sabrás qué es pero que para tu hijo*hija tiene mucha importancia en estos momentos.

El juego libre infantil es simbólico, terapéutico, mágico, tiene sus propias reglas y se lo gestionan solos y solas. Los adultos tenemos la suerte de presenciarlo y la gran responsabilidad de respetarlo.


LAS HISTORIAS Y LOS CUENTOS

A los niños les gustan los arquetipos: el rey, el demonio, la bruja, el dragón… Son representaciones que se pueden encontrar en todas las culturas y épocas.
No les hacemos ningún favor si, para protegerlos, evitamos los pasajes crueles de los cuentos (si no son ellos los que nos piden que paremos).

¿Qué hacer cuándo el niño expresa su miedo en medio de un cuento?

Por ejemplo dice: „No leas la parte en la que llega el monstruo“.
En ese caso, puedes parar de leer.
En vez de decir:
„No tienes por qué tener miedo, es solo una historia y los monstruos no existen“

puedes utilizar las imágenes internas que tiene el niño sobre los monstruos:
„Sí algunos monstruos pueden dar miedo, lo entiendo. ¿Cómo es tu monstruo? ¿Qué hace? Si le ponemos un lazo grande en la cabeza, ¿sigue dando tanto miedo?“

Así se fomenta el poder sobre las imágenes internas (el imaginario propio) y se pueden reinventar con humor y creatividad.
Deja que sea el niño el que regule su porción de miedo en las historias, algo que difícilmente puede hacer con una película.

INTEGRAR LA MEMORIA

Hay veces que las respuestas de los niños nos desconciertan. Puede ser que la ira, el miedo o la frustración los desborde y que se comporten de manera incomprensible. A veces hay una razón fácil de reconocer pero otras veces se comportan de un modo que no es propio de ellos por motivos más profundos. Hay veces que el miedo ya está anclado en su memoria.

Tenemos dos clases de memoria, como cuentan Daniel J. Siegel y Tina Payne Bryson:
La memoria es implícita y explícita: Dos memorias que se entrelazan y que actúan juntas en tu vida cotidiana.

Memoria implícita Memoria explícita
Definición:
Cuando vas en bici no necesitas pensar en cómo te subes, cómo te apoyas en el manillar, cómo pones un pie en un pedal y te impulsas… No necesitas pensar en ello aunque pasen 10 años. No te das cuenta de que te estás „acordando“ de cómo se va en bici.
-> Las experiencias del pasado influyen en tu comportamiento del presente sin darte cuenta de que tu memoria se ha desencadenado.
Definición:
Ahora piensa en la primera vez que te montaste en una bici. ¿Te ayudó alguien? ¿Dónde fue? ¿Era una bici muy grande para ti? ¿Sentías nervios?
-> Eres consciente de que estás recordando algo del pasado.
Características:
-Los recuerdos empiezan a formarse en el vientre materno (canciones, por ejemplo) y durante los primeros 18 meses.
-Nos llevan a crear expectativas sobre cómo funciona el mundo a partir de experiencias previas (un abrazo al llegar a casa, la crítica de un profesor, el estrés postraumático).
Características:
-Son recuerdos conscientes, llenos de significado.

 

Integrar lo implícito y lo explícito.

Cuando un niño*una niña ha vivido una experiencia dolorosa podemos ayudarle proyectando la luz de la consciencia para volver los recuerdos implícitos en recuerdos explícitos. De esta forma le ayudamos a enfrentarse conscientemente a las situaciones dolorosas de manera intencionada en vez de esperar que las „olvide“, perdiendo la oportunidad de convertirlas en fuentes de poder para aprender a conocerse a sí mismo*misma.

Permitamos a los niños y niñas expresar sus sentimientos y recordar lo sucedido después de un hecho impactante para que los recuerdos implícitos se integren y ayuden a dar sentido a una experiencia.

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