Caja de Sandplay con un prisma morado y un oso escondido

Sandplay

Dentro de la terapia de juego, utilizamos una técnica que se llama Sandplay.
Se trata de una caja llena de arena con el fondo (y algunas veces, las paredes) pintado de azul. Allí se introducen figuras que el niño*la niña elige siguiendo su criterio.
Las creaciones en la caja de arena pueden ser estáticas y/o dinámicas (cuando son escenas jugadas).
A mí me gusta comparar el trabajo de Sandplay con los sueños porque en ambos cualquier conexión es posible y porque pueden aparecen todo tipo de símbolos. Por eso es indispensable tener un número elevado y variado de figuras: animales, personas, seres mitológicos, construcciones, vegetación…

 

El juego simbólico en la caja de arena.

Los ingredientes principales del trabajo de Sandplay son: los símbolos y el inconsciente.
Es una actividad proyectiva en la que niños y niñas descargan “información” con la posibilidad de separarse de las emociones fuertes: “tratándolas” desde fuera, entrando y saliendo según lo necesiten. Van calibrando el nivel en el que se quieren involucrar, deciden qué temas proyectar (consciente o inconscientemente), cómo y hasta cuándo. Muchas veces llega a ser una catarsis.

El otro día P. me repetía: “no sé qué poner, no sé qué poner…” y, sin embargo sus manos no paraban de elegir elementos que formaban una escena llena de sentido, de “no-sentido” y de simbología.

 

Figuras en la caja de arena. Dos osos en un sidecar y un bebé. Se han encontrado con el gato con botas

El rol de terapeuta.

Al trabajar con niños*niñas es muy importante acompañar este proceso en silencio. Sin juzgar y sin sugerir una figura u otra, un movimiento y otro.

Las interpretaciones que yo pueda hacer son hipótesis y tengo que ser muy rigurosa con esta consideración. Porque lo que estoy interpretando es mi verdad y no tiene que ser la verdad de la otra persona. El gran trabajo es el de ser observadora y testigo de la creación. Ser un espejo para la otra persona, validar, dar libertad y seguridad.

 

Las palabras son maravillosas y si se utilizan con la caja de arena pueden hacer un trabajo maravilloso de integración de hemisferios cerebrales. Pero si no es para ese fin, en Sandplay, intentaré poner (y hacer poner) las menos palabras posibles a las creaciones infantiles. Para no limitar la magnitud de la proyección.

La individuación.

Esta es una finalidad primordial de Sandplay: Que el niño*la niña sea consciente de su existencia, de que es un individuo único y capaz.

Experimentar cómo los seres humanos tendemos hacia nuestra individuación, me ayuda a confiar firmemente en la capacidad autosanadora y autoreguladora de la persona que tengo delante y a confiar en su proceso.

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