Mila (10) me propuso hace unos meses jugar al cadáver exquisito.
Pasamos tres horas a la semana juntas y no se le acaban nunca las ideas.
Nuestro encuentro siempre empieza igual:
-¿Qué hacemos hoy Cris?
-Buena pregunta. De momento no lo sé. A ver qué se nos ocurre.
Y en cuestión de segundos ya tiene una idea:
-¿Jugamos a eso que una dibuja la cabeza, la otra las manos, luego la otra las piernas y luego los pies. Todo sin mirar lo que se ha dibujado antes? ¿Sabes lo que es?
-¡Ah! Sí, al cadáver exquisito!
-¿El qué?
-Se llama así el juego, lo inventaron unos artistas…
-Sí, sí…. pero, ¿sabes jugar?
-Sí.
Llevamos meses inventando personajes. Ahora les ponemos hasta nombre. Salimos a una media de 10 personajes por día. Siempre diferentes, siempre divertidos.
Lo más curioso es cuando coincidimos en algo. ¡Qué bonitas son las coincidencias!
Entonces nos da por jugar a que tenemos telepatía.
Hace unas semanas, en casa de Jannis (14) y Moritz (9), cuando ya me iba, me dijo Jannis:
-¿Qué tal si la próxima semana jugamos a eso de que uno pinta una cabeza, lo tapa y el otro el tronco y lo tapa y el otro las piernas y lo vuelve a tapar y al final los pies? ¿Lo conoces?
-Sí, sí, lo conozco… Traeré hojas para dibujar.
Y es que lo más curioso es cuando coincidimos en algo. ¡Qué mágicas parecen las coincidencias!
Hoy me gustaría compartir algunos de los personajes que hemos creado.