Definir lo que es el juego infantil me parece una tarea imposible porque abarca muchísimos aspectos de la vida, del desarrollo, de la comunicación incluso de la mística. ¿Hay juego cuando solo hay placer? ¿Hay juego cuando hay imposición? ¿Es una necesidad? ¿Cuándo se empieza a jugar y cuándo se termina? Podríamos hablar de su historia, sus características, sus teorías, sus beneficios, sus etapas o los diferentes tipos de juego que hay. Como es imposible abarcar todos los aspectos del juego en un artículo, aquí te dejo un link donde puedes encontrar diferentes definiciones.
Todas las teorías a favor del juego infantil coinciden en sus beneficios globales para niños y niñas. El intelecto, la creatividad, los sentimientos y las emociones, las competencias sociales, la motricidad… todo sale al terreno de juego. Jugamos desde que somos bebés hasta (si queremos) que morimos.
Me gustaría presentarte a una autora y su libro: La infancia, puesta en juego de Gabriele Pohl (por el momento sólo está en alemán). Ella fue la primera que me inspiró a prestar una atención especial al juego infantil y de la que quiero compartir contigo una par de conceptos.
Fases del juego infantil.
Los tres primeros años.
Durante los primeros tres años, los niños y niñas están en permanentemente actividad, a menudo sin ningún propósito aparente e incansablemente repetitivo. Están constantemente en movimiento. Y en este movimiento constante, experimentan sobre todo alegría.
De tres a cinco años.
El juego infantil se enriquece con la fantasía. Construyen su propia realidad, es el juego de «como si». Personas, objetos y acciones son algo más que lo que son en la realidad fuera del juego.
De cinco en adelante.
Entre los cinco y siete años, el juego se vuelve más planificado, más orientado a los objetivos, más duradero y más social. Los niños y niñas ahora necesitan más que antes a otros*as jugadores*as. También se desarrolla el gusto por los juegos con reglas, como los juegos de mesa.
¿Qué hacen los niños y niñas cuando juegan?
A través del juego los niños y las niñas APRENDEN. Lo que muchas veces nuestra mirada adulta interpreta como una acción banal, tal vez molesta, repetitiva y sin sentido, resulta ser un proceso de aprendizaje sistemático y concentrado.
Gracias al juego EXPRESAN los temas, conflictos y sentimientos importantes de ese momento y MATERIALIZAN EXPERIENCIAS significativas que han vivido, viven o van a tener que vivir, como por ejemplo: una visita al médico.
También juegan experiencias que les gustaría vivir.
Hay dos aspecto que me fascinan del juego infantil.
Uno son los TEMAS que aparecen en él y cómo se tratan: A veces son imitaciones del mundo adulto, otras veces son representaciones de lo que ven en los medios de comunicación, otras veces son eventos que les han marcado, otras veces están llenos un simbolismo que pone en jaque a nuestra lógica… Estos temas salen de dentro, me parecen surgir de una fuente interior sin fin.
El otro es su GENEROSIDAD: Siguiendo esta metáfora de la fuente. Los temas parecen no agotarse nunca, las situaciones en las que se puede dar el juego son infinitas, sus beneficios incontables, no hay límite de edad ni de lugar ni de materiales… Por eso es tan difícil de definir como concepto… porque es infinito.