LA TRISTEZA
Después de compartir unos fragmentos del cuaderno de la rabia, a Carmen González Chana y a mí nos gustaría publicar unos apuntes sobre la tristeza en la infancia.
Si en el primer cuaderno aparecía la rabia como la emoción del cambio y de la expresión de la autonomía infantil y nos ocupábamos de cómo acompañar las rabietas, ahora llega la tristeza con su energía envolvente y profunda para enseñarnos la importancia de saber consolar.
Muchas veces nos quedamos en el dolor que vemos (y que proyectamos) en las lágrimas. Con este cuaderno, nos gustaría presentaros a la tristeza como una emoción imprescindible desde la infancia, que nos muestra nuestros deseos y nos ayuda a madurar.
A la tristeza, además, le gusta hacerse la esquiva y esconderse en otros sentimientos. Al reconocerlos sabremos darle espacio y expresión.
En este vídeo podemos ver cómo la tristeza se camufla en otras emociones y sentimientos:
Sostener el llanto es un ejercicio hermoso de entrega y protección y una herramienta a la que siempre podremos echar mano si la necesitamos, en cualquier situación.
Os ofrecemos, de nuevo, diferentes capítulos:
–La definición de tristeza junto a la bibliografía que hemos utilizado.
-La importancia de usar nuestro cerebro integrando la parte derecha y la izquierda.
-La diferencia entre resignación y aceptación.
-Y la importancia de hacer «el duelo del educante».
Esperamos que estos textos os sean de ayuda. Sabemos por experiencia propia que las emociones están a flor de piel estos días de convivencia extrema y de incógnitas.
No nos olvidamos de los duelos que se estarán llevando a cabo desde hace un mes y medio. Nos gustaría remarcar que este cuaderno y sus pautas hablan de la tristeza en la infancia en términos de educación.
Si tienes dudas o necesitas información más específica, te invitamos a que nos preguntes.