UNA CAMISETA BLANCA NO ES NUNCA SÓLO UNA CAMISETA BLANCA.

El otro día quedé con mi amigo Piero. Me decía que cada vez que le preguntaba a su hijo (4 años) que qué había hecho en la escuela infantil, no le contaba nada. Había leído en un libro un par de trucos para propiciar el diálogo… pero no funcionaban. „Ni siquiera me entero de lo que ha comido si no se lo pregunto a las*os educadoras*es y a veces cuando voy a recogerlo, la verdad es que no tengo ni tiempo“.
Así que le di uno de los ases que guardo en la manga: LA CAMISETA BLANCA.

¿Llevarías a tu hijo*hija a la escuela infantil vestido*a de blanco?

Se puede decir que las camisetas blancas entran en la categoría de material artístico y que su espresión máxima la encuentran en la escuela infantil.
¿Que tu pequeño*a no te cuenta nada? ¿Que aún no se sabe expresar? Vístelo*a de blanco. Te aconsejo una camiseta blanca una talla más grande para que quepa más historia.

Podrás saber lo que ha pasado durante el día y cuándo ha pasado.
La textura, la forma y la calidad de las manchas te lo van a contar todo.
Si hay manchas de pintura muy secas y pálidas: ha estado en el atelier por la mañana. Si encima hay salsa de tomate y restos de chocolate: ya sabes el menú. Un poco de sangre: Se ha caído. Y una gran capa de barro por encima aún húmeda: hoy por la tarde ha salido.

No es lo mismo preguntar:
¿Qué has hecho hoy Lucas?
Que preguntar:
¿Tenemos que llevarnos algún dibujo a casa? ¿Hoy había pasta o arroz? ¿Qué tal el flan de chocolate? ¿Habéis estado en el jardín o habéis ido al parque? ¿Te has caído hoy?

Además puedes sorprenderlos:
Déjame adivinar, cariño. ¡Hoy has estado pintando!

Es como cuando comen chocolate a escondidas, se han manchado los „bigotes“ y siguen asegurando que no han comido.

Las camisetas blancas son generosas y agradecidas.
Te ofrecen toda su pureza y se dejan manchar con gusto.
Están deseando romper su perfección de camiseta blanca, quieren ser rebeldes.
Son contenedores de sabores, colores, texturas y olores. Toda una experiencia para los sentidos.
Y con un poco de suerte, cuando se lavan, las manchas no se van del todo. Así que van almacenando historia y sabiduría. Porque de todas las prendas de ropa, las camisetas blancas son las que mejor memoria tienen.

Piero no estaba muy convencido con mi opción creativa. „Que ya verás que no“ „Que no se va a querer poner la camiseta“ „Que no sé“.

A las semanas me llamó muy contento: „¡He entendido la metáfora de la camiseta Cristina! En realidad no hace falta que sea blanca… Basta con prestar atención a las huellas que va dejando el día en su ropa. Ahora miro, toco, huelo… siempre acierto con la pregunta y Lucas ha empezado a contar lo que hace durante el día.“